Por: Lincoln Escobar, PhD. Rector del Instituto Iberoamericano de Estudio e Investigación (IBESI).
Una de las grandes deficiencias que adolecen los consultores del sector empresarial es no contar con herramientas que les permita medir de manera confiable las competencias socio emocionales de los ejecutivos y las deficiencias de las culturas organizacionales de las empresas.
Sin herramientas de medición parametrizadas no es posible conocer ni atender las necesidades puntuales de sus clientes.
Algunas empresas podrían estar requiriendo mejorar:
- La motivación laboral de todo o parte de su personal.
- La clarificación de las metas y roles de sus colaboradores.
- Relaciones laborales entre jefes y subalternos.
- Atención a los clientes.
- Niveles de participación para mejorar la creatividad en sus colaboradores
- Clima laboral.
- Habilidades de sus directivos para conducir y construir equipos de trabajo de alto rendimiento.
- Fortalecer el trabajo colaborativo, entre otros aspectos.
¿Cómo saberlo? Es imposible saber lo que los clientes requieren para mejorar su eficiencia y productividad si no se cuenta con herramientas que permitan medir las deficiencias y fortalezas de competencias de su personal y de sus culturas. Por eso, muchos consultores optan por esperar a que sean los mismos clientes (las empresas) los que les proporcionen su listado de necesidades.
Pero ¿cómo puede una empresa saber si sus ejecutivos que ejercen puestos de dirección están jugando bien su rol de factores motivacionales con el personal bajo su responsabilidad, o si al menos hay algo que puedan hacer para mejorarlo? ¿Están haciendo todo lo necesario para que sus equipos sean lo más eficiente posible? Esto debería ser parte fundamental de la labor de todo buen consultor, es la razón de ser de la consultoría y no el trabajo de sus clientes.
Ante estas deficiencias en los servicios de consultoría, muchos consultores recurren a ofrecer una propuesta de soluciones tan amplia que sirva para TODO, algo así como un antibiótico de «amplio espectro» para cualquier tipo de infección. Pareciera que quieren esquivar la molestia de tener que hacer el trabajo de diagnóstico, pero sin percatarse de que con esta simplificación en su rol de consultor pierden la oportunidad de aumentar su prestigio si ofrecieran un trabajo de consultoría completo y profesional.
Por otra parte, sin herramientas de medición confiables, no les es posible demostrar los resultados de su labor de consultoría y de capacitación. ¿Te imaginas lo útil que resultaría a los consultores poder contar con herramientas específicas de medición de las habilidades en las relaciones interpersonales para usarse durante el proceso de selección de nuevo personal? ¿O de habilidades de liderazgo para ejecutivos ya contratados que ocupan puestos de dirección?
¿Y qué hay de los requerimientos para construir trabajos de equipo de alto rendimiento, o incluso para conocer las deficiencias en la cultura organizacional a fin de diseñar una consultoría ajustada a la medida de cada empresa? Y además, poder usarlas para medir el «antes y después». Sin lugar a dudas, su labor sería más confiable que sin ellas.
Ciertamente, estas herramientas deben ser confiables, tienen que contar con indicadores claros y muy bien seleccionados para medir aquello que realmente va a serle útil a las empresas en su propósito de mejorar su eficiencia y la armonía laboral. Pero además de contar con indicadores confiables, se necesita evitar los riesgos de las interpretaciones subjetivas de los resultados haciendo uso de un sistema de medición automatizada.
Además, no se puede contar con una sola herramienta para medir TODO. El consultor debe contar con varias herramientas según los objetivos planteados. Por ejemplo, se debe contar con una herramienta que mida las competencias de liderazgo y otra que mida la cultura organizacional.
Afortunadamente, esas herramientas de medición que tanto necesitan los consultores del sector empresarial ya existen y están a la disposición de todas los miembros de SHE. Únicamente necesitan aprender a usarlas mediante el Curso: «Especialista en el manejo de herramientas de medición de Liderazgo Ético para el sector empresarial y auditor de la Certificación de Liderazgo Ético para empresas«.
¡Felicidades a SHE emprendedoras!